En la ansiedad hay una relación particular al tiempo, donde el tiempo mismo cobra densidad y no se lo soporta porque se vuelve el signo del desencuentro.
El encuentro no se produce cuando se lo espera. O se llega demasiado temprano o demasiado tarde... Un destiempo que deja con la sensación de lo que se escapa irremediablemente. No se termina de saber si es uno o el mundo lo que esta desubicado, lo que anda mal y la incertidumbre se apodera de la razón, el corazón se inquieta y pareciera que no hay a que aferrarse y en esa instancia se presentifica el vacío...
En este punto las derivas pueden ser varias. Se puede querer llenar ese vacío de diferentes maneras: comprando, bebiendo, comiendo, corriendo, amando... También puede derivar en ira, la bronca con el otro que no da lo que tendría que dar, que no esta cuando debería haber estado. La bronca con uno mismo por no haber hecho las cosas bien, por no servir, y esto lleva directo a la culpa... el abanico de cuestiones que se abren ante el vacío excede a cualquier descripción y aunque se las pueda tipificar son siempre particulares.
El desencuentro, como ubicamos al inicio, parte de lo que se espera. ¿Qué se espera? Cada uno espera algo que imagina que debería ser o tener. Es una aspiración. Se aspira a algo y se termina aspirado por eso. Cabe aclarar que no se trata de lo que uno cree que quiere, es una aspiración que parte de lo inconsciente, muchas veces se obtiene lo que se esperaba y se pasa rápidamente a querer otra cosa y se entra en la dialéctica del consumo. Consumir objetos pero también se puede consumir relaciones. La zanahoria solo sirve para seguir esperando. Podríamos decirlo así: se espera más allá de lo esperado. Porque al fin y al cabo de lo que se trata es de esperar cubrir el vacío.
Pero ¿cómo se produjo ese vacío? ese vacío que se siente a veces en el interior y otras en el exterior. Una de las maneras de empezar a abordar esta pregunta es en relación al amor. Y ¿qué se le pide al amor si no es acaso cubrir el vacío? La famosa media naranja con la que se espera la completud que cierre de una vez por todas ese vacío que no para. Pero ¿no será que es uno el que no para de querer llenarlo porque se teme caer en él?
En su libro "Vacío" la autora Anna Llenas presenta muy bien esta cuestión, este es el video de presentación de su estupendo libro:
Entonces como nos muestra Anna Llenas entre el sujeto y el vacío que no soporta, muchas veces, se ubica en el medio al amor, y todo lo que cada uno pone en ese amor pidiéndole la salvación. Ese amor es una de las versiones del amor. La versión del amor que es “todo”, donde se entrega todo y del que se espera todo. Ese amor termina siempre en lo que no se obtiene y alimenta los fracasos amorosos. Es el famoso amor incondicional que como su nombre lo indica deja sin condiciones. Sin condiciones para poder elegir. Ese amor aspira a un imposible: cubrir completamente ese vacío que inquieta, que produce ansiedad, se le pide cubrir algo que no se puede cubrir y quizá tampoco se trate de cubrirlo. Y es este el punto en el que en una terapia online puede producirse una torsión donde puedan empezar a generarse los medios para no seguir quedando en la impotencia y en la ansiedad sino ir armando las propias condiciones que permitan hacer otra cosa con ese vacío. Lo que nunca pudo tratarse porque lo único que se hacía es querer llenarlo. Se intentaba defenderse de la ansiedad que produce ese vacío poniendo en el medio un amor que no terminaba funcionando porque era imposible, el amor que no se obtiene y que produce padecimiento.
La ansiedad se produce entonces por la falta de recursos para tratar el vacío. En un psicoanálisis se puede trabajar con el psicólogo online o la psicóloga online para dar lugar a que cada uno, en su singularidad, pueda ir produciendo recursos para armar una superficie que habilite un espacio propio, que permita habitar el cuerpo de cada uno y que entonces el vacío ya no sea insoportable sino que pueda devenir causa de movimientos.
Redactado por los profesionales de Psicólogos Online Argentina