Sobre la
Terapia
¿De qué se trata el encuentro con la palabra? En principio, se puede decir que no se produce necesariamente por el simple hecho de encontrarnos. Podemos juntarnos, hablar mucho tiempo y que no quede nada. ¿Qué encuentro hubo ahí?
El encuentro con la palabra requiere otras condiciones, aquellas que van armando un espacio donde la palabra tiene un valor diferente al habitual. Donde, además del lugar para decir, se abre el espacio para escucharse y surge entonces la posibilidad de encontrar algo íntimo que no se había pensado antes.
Esto puede producirse con un psicoanalista que pueda orientar en el ovillo habitual de las palabras. Un ovillo que, si se deja solo en su pensamiento, sin orientación, cuanto más se habla, más se enreda y más se padece al pensar una y otra vez lo mismo, quedando enredado en los mismos callejones sin salida. No se trata entonces de alimentar un hablar ilimitado, sino de que el analista escucha y produce puntos de detenimiento. Su posición no es pasiva; no se trata de que se quede callado, solamente escuchando. Intervenir es orientar para que algo de lo que se dice se escuche de manera diferente y pueda así empezar a desanudarse para poder anudar de otros modos. Modos que permitan algún lazo distinto consigo mismo y con los otros. Y esto sigue siendo posible en la terapia online.
El encuentro con la palabra y la terapia Online:
La terapéutica que inventó Freud y que luego Lacan reinventó está instalada en el imaginario colectivo como una terapia lenta. Esto ocurre en una época donde se aspira a lo inmediato, a que no exista el obstáculo, a que las cosas funcionen como cada uno quiere sin tener que siquiera hablar. Una época aún profundamente tomada por el pensamiento mágico, donde con unos movimientos de varita el mundo tendría que ordenarse a nuestra entera satisfacción. Y si surge algún obstáculo propio o exterior que lleva a pedir ayuda, se espera que el mago que no se pudo ser al menos lo sea el terapeuta, y que haga su magia o hipnosis para que inmediatamente solucione lo que no anda. Muchas terapias prometen eso: que rápidamente y sin esfuerzo se resolverán los problemas.
La terapia online no se embarca en ese extravío que busca saltarse la subjetividad de cada uno. Allí donde las cosas no funcionan y producen padecimiento, en lugar de lo inmediato, apuesta a que cada uno pueda generar los medios, no para que el obstáculo desaparezca, sino para incluir lo que no anda y poder tratar eso que siempre se evitó por no poder tratarse.
Esto requiere tiempo. No se trata de que sea mucho o poco; no es del orden de la cantidad lo que se requiere, sino de inaugurar la posibilidad de que haya tiempo. Tiempo para decir, tiempo para sentir, tiempo para poder imaginar y tratar el obstáculo de otro modo. Un nuevo modo que puede permitir que surja alguna relación con un deseo propio. Porque lo que el psicoanálisis descubre es que las personas sufren cuando la relación con el propio deseo o con el amor está obstaculizada.
Eso no se logra poniéndose en manos de otro para que nos solucione la vida, sino animándose cada uno a la aventura de hacer un recorrido singular por medio de la terapia, como cuando Alicia en el País de las Maravillas se anima a perseguir al conejo, entrando en un mundo diferente…
"Alicia: ¿Cuánto tiempo es para siempre?
-Conejo blanco: A veces, solo un segundo”
Lewis Carroll