Al finalizar el baile se quitaron las mascaras y resulto que no era él ni era ella. No eran los que habían supuesto, pero en ese baile de disfraces las mascaras les permitieron imaginar. Imaginar al otro pero también imaginarse otro. La metáfora de la mascara permite ubicar el funcionamiento del velo en el campo de la imaginación del que se nutre el amor. Cuando se dice que el amor es ciego se hace referencia al velo que funciona en el amor y permite poner lo que uno quiera del otro lado. Así también como con las nuevas apps que a partir de apenas una foto muchas veces se espera encontrar lo que cada uno busca.
Entonces estamos especificando un amor, una versión del amor, que se sostiene por el velo que permite imaginar, ilusionarse que el otro, con el otro se obtendrá lo que tanta falta hace. Muchas veces otro elemento que sirve a este engaño amoroso es el obstáculo, los obstáculos que impiden que se termine el baile o que comience. Los obstáculos vienen a tratar de eternizar la función del velo, que la mascara no caiga, todo menos eso...
Después están los que hablan de fases, y dicen que la primer fase del enamoramiento es la que es ciega y que después ya no...
Esto permite preguntarse si uno puede acaso enamorarse de lo que ve, ¿de lo que se sabe? porque el velo y el obstáculo preservan también el lugar de lo que no se sabe y entonces permite suponer. Suponer que allí, del otro lado, está lo que tanto se busca pero resulta que tampoco se sabe muy bien que es lo que se busca.
El dedo fue gastando la pantalla del celular por el que ya habían pasado miles de fotos y también se dio cuenta que se le había gastado un poco el dedo.
Que se gaste nos permite pensar en algo que sucede cuando a veces los chicos juegan a repetir una palabra muy rápido y ésta de a poco va perdiendo sentido y solo queda la sonoridad produciendo cierto efecto de extrañeza.
y sintió que la soledad comenzaba a embargarlo, a quitarle poco a poco todo... todo lo que había imaginado.
Esta figuración nos permite ubicar una tensión que habitualmente encontramos los psicólogos y las psicólogas que trabajamos en la terapia online que va de la ilusión a la perdida de sentido y que la salida habitualmente al malestar es nuevamente ilusionarse.
Esto nos presenta un callejón aparentemente sin salida, y no es tan aparente, esta forma de estructurar el amor no la tiene, deja sin recursos y sin salida allí donde hay una caída de la mascara que por más que se trate de evitar es inevitable.
¿El amor es entonces un callejón sin salida? Nos ocupamos de aclarar que ésta era una versión del amor, y ahora podemos aclarar: una versión infantil del amor. Del niño que espera que por ejemplo su madre solucione todas sus frustraciones, que su padre sea el héroe que siempre lo mantenga seguro. Todo y siempre dos terminos que insisten en esta lógica del amor que aspira a lo absoluto. Un amor que parte de un rechazo, del rechazo de lo que se siente como una falta ante la cual no se puede hacer nada y que deja en el horror. Y ahora se entiende que la desesperación que conlleva la caída inminente de la mascara es porque allí se presiente el desvanecimiento del sentido y la propia caída.
La terapia online se orienta en poder hacer lugar a los recursos que permitan incluir y tratar esa falta para que no se le pida al amor que salve sino que el amor tenga otra causa y que entonces pueda replantearse la relación al amor en cada uno dando lugar a algún encuentro posible.
Redactado por los profesionales de Psicólogos Online Argentina
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