¿Cuál es el tiempo para un análisis?
Muchos prejuicios se han convertido en condicionantes a la hora de querer realizar cambios en los determinados momentos vitales. Está la creencia de que cuando se es joven hay tiempo para transformar, generar, hacer proyectos y replanteos. Sé percibe así que hay un trayecto de la vida en que es posible aventurarse y otros, en donde quizás, lo mejor sea quedarnos como estamos. Es como si el tiempo a medida que transcurre, y los años en la medida que nos volvemos mayores nos fuera restando. Si bien las miradas sobre el tiempo y la edad han cambiado, aun nos habita ciertos estigmas que condicionan nuestra manera de ver esa relación entre el tiempo y la edad dejando allí una marca, un sentido que intentaremos destejer y cuestionar.
Se escucha con frecuencia ante la posibilidad de iniciar una terapia, algunos planteos que ponen en evidencia una lógica que condiciona lo que se espera a determinada edad. Expresiones como ¨a esta edad no voy a cambiar¨, ¨ya estoy grande para ir al psicólogo¨, marcan un límite en el plano subjetivo signado por un tiempo cronológico, un tiempo lineal asociado a la edad y a lo que es posible. Al preguntarnos si la edad marca un tiempo límite para empezar una terapia online con psicólogos argentinos, podemos decir que el tiempo cronológico no es el tiempo que nos convoca para pensar en una terapia. Entonces ¿a qué tiempo nos referimos?, ¿cuáles son los tiempos que circulan dentro del dispositivo terapéutico?. Como psicoanalistas ponemos la escucha a disposición de otro tiempo, se trata de un tiempo subjetivo, que pone la mirada en interrogar sobre aquello por lo que está atravesando quien consulta, en donde la edad cronológica por sí misma no nos dice nada. Si bien Freud, en 1905 consideraba que había cierta rigidez qué con los años haría obstáculo a un tratamiento, hoy habiendo transcurrido más de un siglo, se fue avanzando hacia una terapia psicoanalítica más flexible. El aumento del promedio de vida y la calidad de ella requiere de estar acompañado por un vivir mejor. Vivir más y mejor no solo es posible con una relativa salud funcional, sabemos que también hay un bienestar emocional que debe tener espacio más allá de los años.
Tener acceso a una terapia y la posibilidad de analizabilidad estará a disposición de un tiempo que abre, como adelantamos anteriormente, el interrogante sobre lo que no anda y fundamentalmente una mirada que está centrada en ese sujeto en particular que padece. Vemos en la clínica que el malestar del sujeto insiste, se perpetúa en el tiempo, en ocasiones se sostiene por años como una piedra que ya forma parte de ese andar. Entonces vemos que aunque cojeando, se sigue andando por la vida sin preguntarse o implicarse. Ahora, qué pasa cuando la pregunta aparece ¿qué tengo que ver con esto que me pasa?. Es aquí que decimos tiempo subjetivo que abre una posible entrada en análisis, este es un tiempo que no tiene edad.
En el inicio de la terapia el terapeuta suele preguntar ¿desde cuándo le pasa esto? ¿cuánto hace que se siente así? siendo frecuente escuchar que ese malestar no es actual, viene sucediendo desde hace tiempo apareciendo asociaciones y recuerdos de otros momentos de su vida (infancia, adolescencia, etc.). Esto nos lleva a otra pregunta ¿porque consulta ahora?. Todo resuena en un tiempo, que como dijimos está relacionado con la singularidad de quien padece.
La disponibilidad del paciente a zambullirse para atravesar sus propios fantasmas y cómo profesionales acompañar en develar eso que en la insistencia y repetición lo deja anclando en una fijeza mortífera, no tiene que ver con la edad. En el análisis los tiempos se desdibujan, pasado, presente y futuro se enlazan en el aquí y ahora , esto que pasa hoy no se trata de un momento aislado, sino que algo lleva a lo atemporal. Estamos hablando del pasado como si fuera actual, proyectamos el futuro desde el hoy, este quien soy hoy tiene marcas del ayer y así podemos seguir en ese interjuego en donde la linealidad del tiempo pierde sentido. La atemporalidad del inconsciente lo vemos en el transcurso de una sesión en donde mediante la asociación libre, propia del dispositivo analítico, el paciente comienza a realizar articulaciones de sucesos que rompe la cronología del tiempo y que lo trasciende. Allí todo cobra otros sentidos y dimensiones. Decimos entonces que es el tiempo de un sujeto por venir.
Freud refiere sobre el sujeto por venir, ubicando otro tiempo que implicará resignificar aquellas marcas, sucesos del pasado dolorosos que se quedaron como fijeza condicionando el presente. Ese sujeto por venir abre un tiempo futuro a un sujeto que se irá transformando en el decir de las sesiones dando movimiento a eso que parecía ser incuestionable.
La terapia online también nos pone en la línea del tiempo en cuanto a un dispositivo impensado años atrás. El prejuicio circula respecto a los adultos mayores y su capacidad de poder disponer de ella. ¿Es un obstáculo para las personas de edad avanzada?, ¿no pueden entender su uso?, ¿son grandes para aprender?, ¿sus capacidades cognitivas entran en deterioro?. Interrogantes que nos permiten reformular el lugar de los mayores en la accesibilidad de la terapia online. Vamos a despejar estas miradas negativas sobre el adulto mayor pudiendo sostener desde estudios y avances sobre el tema, que la modalidad online no es un límite en la vejez. Favorablemente permite el acceso a quienes por dificultades de traslado no pueden concurrir a un consultorio presencial. También facilita la estimulación y desarrollo de nuevas habilidades, fomenta las relaciones sociales a distancia, la interacción en casos de encontrarse solos, o con escasa red vincular. De hecho durante la pandemia comenzó a ser un recurso ante el severo aislamiento en donde muchos adultos mayores dependientes y sin familia quedaban excluidos. La capacidad de aprender tampoco es un límite y es un prejuicio muy instalado asociado a considerar la dificultad, que supuestamente presentan, para adaptarse a los cambios. Esto desconoce que estas personas han pasado a lo largo de sus vidas por situaciones y experiencias sabiendo de los cambios y adaptaciones que tuvo que atravesar. La capacidad de aprendizaje se mantiene a lo largo de la vida y la dificultad tendrá que ver con situaciones particulares ( trastornos cognitivos, demencias, etc.) que no todos padecen. Vinculamos otro prejuicio que refiere que todos los adultos mayores son iguales, padecen enfermedades, o sea vejez=enfermedad. Si bien hay algunas patologías asociadas a la edad, no es cierto que todos son enfermos o dependientes. Concluimos que es un límite pensar que un adulto mayor no podría acceder a una terapia online, contrariamente facilita otro espacio para abordar aspectos emocionales, que como expresamos anteriormente, hace posible transitar este momento vital y sus avatares.
Para cerrar esta reflexión tomamos una frase que dice así ¨…a veces no queremos volver al pasado por miedo al dolor, desconociendo qué también nos puede regalar cosas¨. De ello podemos desprender que el regalo del pasado, es la oportunidad que nos posibilita reformularlo desde el hoy, saliendo de lugares que llevan a repetir a modo de padecimiento y que no será sin ir a otros tiempos. Siempre hay tiempo…una paciente dijo ¨ya tengo 189, se ríe y rectifica, 89 y quiero que me sigas acompañando en éste tiempo de vida, aún hay mucho por ver…¨
Redactado por los profesionales de Psicólogos Online Argentina
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