En la experiencia que vamos teniendo como psicólogos y psicólogas online de Argentina, aquí en Buenos Aires, en estos años de trabajo nos encontramos con diferentes tipos de pedidos, recortaremos algunos que son los que ahora nos interesa trabajar: "quiero que me digan como manejar mi ansiedad", "quiero que me den herramientas para controlar mis impulsos", "quiero que me digan si debo separarme". Son formas de pedir ayuda con lo que no saben como hacer, esos puntos que se les impone como atolladeros y quieren una solución. Muchas terapias ofrecen soluciones, muchas veces rápidas, con distintas técnicas para los diferentes padecimientos. Muchas de estas técnicas aparecen en libros de autoayuda.
Otro punto importante en estos pedidos es la espera de que la solución sea inmediata y estas terapias ofrecen que en pocas sesiones se encontrara la solución.
De hecho, Freud podríamos decir que empezó también con esta ilusión de soluciones efectivas y rápidas. Él empezó trabajando con la hipnosis, descubriendo que los problemas que padecían sus pacientes estaban asociados a determinadas escenas vividas que no recordaban y que mediante la hipnosis podía llegar rápidamente a esas escenas, y esto permitía solucionar los síntomas que padecían estos pacientes mediante la recuperación del recuerdo y alguna indicación que daba Freud sobre el síntoma. Una maravilla! pero ¿qué paso? al poco tiempo los síntomas retornaban iguales o de una manera similar. Así Freud pudo darse cuenta de que no se trataba solo de recuerdos sino de que si eso no se recordaba era por algo y que el forzamiento por la hipnosis era una manera de saltearse parte de lo que le pasaba a ese sujeto. En lugar de insistir se animó a escuchar y así pudo descubrir que no solo se trataba de recuerdos reprimidos sino también que entraban a jugar diferentes asuntos por los cuales los sujetos padecían y que hacían a determinada posición que tenía cada sujeto frente al deseo y al amor.
Entonces no se trata de recetas que prometan una curación rápida de los síntomas como son la ansiedad, los celos, la angustia, el miedo, el pánico, etc. sino de permitir que se despliegue el tramado singular en cada uno del deseo y del amor y de sus formas de satisfacción. Porque finalmente los síntomas son una consecuencia de estos asuntos y no se trata de eliminar al mensajero sino de poder escucharlo para tratar y trabajar sobre esos asuntos de los cuales el mensajero (los síntomas) dicen algo.
Y mediante esta vía que es la que inaugura el psicoanálisis, nos encontramos que se va produciendo un alivio distinto a ese que duraba un poquito por la supresión de los síntomas, duraba poco porque ya dijimos que los síntomas volvían. Este alivio distinto surge porque los sujetos sienten que por medio de la terapia online por fin algo pudo empezar a escucharse y a tratarse de esos asuntos que no sabían como encarar ni como hablar de eso. Y este alivio se vuelve un punto de apoyo y de confianza. Un punto de apoyo "propio" y entonces pueden empezar a dejar de pedir la salvación inmediata al psicólogo o a la psicóloga porque este punto de apoyo los alivia y también les da confianza. Confianza que no es confiarse a la promesa de curación sino que se confía en el dispositivo de trabajo que se va armando con los propios puntos de apoyo por lo que se va tratando en la terapia.
Entonces ya no se trata de un combate con lo que no podían controlar sino que se abre la perspectiva de un trabajo posible. Donde ya no se trata de que sea rápido o lento sino de lo posible.
Para finalizar, hablando de lo que prometen las terapias no podemos dejar de lado lo que promete la terapia psicoanalítica. En este sentido como psicoanalistas podemos decir que ofrecemos la posibilidad de construir ese espacio de trabajo mediante el cual muchos cambios son posibles pero sin atropellos ni forzamientos sino haciendo lugar al deseo de cada uno. Más que promesa sería una apuesta. Una apuesta que da lugar a otra apuesta, a la de cada uno que viene a consultar.
Redactado por los profesionales de www.psicologosonlineargentina.com
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