Hay dos expresiones que suelen confundirse y utilizarse de la misma manera: sentirse comprendido y sentirse escuchado. Desde nuestra experiencia como psicólogos online en Argentina, nos hemos percatado de esta confusión, y nos interesa identificar la diferencia, que a veces puede parecer una sutileza insignificante, pero es precisamente con estas diferencias sutiles con las que trabajamos. Eso que a otros les puede parecer sin importancia, pero cuando nos detenemos, permite abrir una nueva perspectiva. Perspectiva que nos lleva a acercarnos al asunto de una forma que no se esperaba y sorprende tanto al psicólogo o psicóloga en línea como al paciente.
Volvamos a la diferencia entre sentirse comprendido y sentirse escuchado. Un amigo de forma empática le dice a alguien que le contó un problema: "Comprendo cómo te sientes, comprendo tu malestar". Y eso puede aliviar porque ya no se está solo con ese malestar, se está comprendido por el otro como si estuviera de su lado o a su lado. La empatía y la comprensión producen un alivio de corto alcance porque no cambian nada, únicamente producen un breve alivio donde se siente que el otro acogió el malestar. Pero lo que produce el malestar no es interrogado. Nos parece que es muy diferente a lo que se produce por sentirse escuchado.
Para abordar la cuestión de sentirse escuchado, retomaremos la metáfora de la página principal de nuestra web del ovillo de hilo de los pensamientos en los que el sujeto que consulta se encuentra enredado y donde una mano que representa la intervención del psicólogo virtual puede seleccionar y convocar a desplegar uno de esos hilos del discurso que lleva a escuchar algo desde otro punto de vista y entonces surge un sentido nuevo que ubica algo de lo que hace padecer.
Este sentido no lo esclarece todo, no desenreda completamente el ovillo sino que permite que a partir de ese punto puedan leerse de otro modo otros hilos. Es como cuando se dice "me cayó la ficha" y esa ficha va permitiendo que otras fichas empiecen a caer en un efecto dominó. Tiene que ver con lo que planteábamos al inicio con escuchar las sutilezas, algo en lo que habitualmente no nos detenemos, algo que parecía plano, o que tenía un solo sentido, vamos descubriendo que tiene textura, que puede ser explorado desde otro ángulo y ese ovillo inabordable donde el sujeto estaba completamente extraviado puede empezar a ser abordado con la orientación del psicoanalista que va haciendo lugar a lo que se escucha en lo que se dice.
Por eso es fundamental la intervención del psicoanalista online que introduce una orientación. Pero aquí nos topamos con un punto crucial que diferencia al psicoanálisis de otras prácticas de la psicología en cuanto a cómo entender esa orientación.Cuando decimos orientación, no es que el analista va a determinar el sentido como un Amo que ordena y dice lo que hay que hacer, esa es otra forma de "orientar", sino que por su propia experiencia en relación al inconsciente sabe algo de la división en la que estamos constituidos. Y entonces podemos entender esa orientación del psicoanalista como una orientación espacial. Una metáfora de esto pueden ser algunos libros infantiles que, al abrirlos, se despliegan figuras con cuerpo de papel.
Ahí donde en determinado plano no se veía nada, al orientar cierto despliegue, aparece algo inesperado que sorprende y que posibilita otro tipo de lectura.
También abordamos este punto en el post sobre Alicia en el país de las maravillas en el que jugamos con su título y escribimos "Alicia en el país del psicoanálisis". Donde propusimos que entrar al mundo del psicoanálisis es similar a el mundo extraño donde entra Alicia en el que las coordenadas espaciales van trastocándose y van cambiando su mundo y a ella misma. Ubicamos alli las diferentes transformaciones que va teniendo Alicia, donde la Alicia que sale del agujero ya no es la misma Alicia que entró persiguiendo al conejo blanco.
Esa es la orientación de la intervención a la que nos referimos. Orientar a hacer lugar a lo inconsciente y es ahí que el paciente puede sentirse escuchado, donde un punto íntimo que no estaba ubicado ni abordado pudo emerger y el paciente siente que eso lo toco, que de alguna manera él tiene que ver con eso, que él esta implicado en eso. Y es desde esa implicación que algo puede tratarse por los movimientos y transformaciones que el propio sujeto pueda ir haciendo. Ubicando este punto podemos decir que otras terapias no salen de la comprensión porque no escuchan al sujeto que esta implicado en ese malestar. Ahí donde otras terapias saltean al sujeto de ese malestar y "orientan" diciendo lo que se tiene que cambiar y como cambiarlo, el psicoanálisis hace lugar al sujeto de ese malestar y a una elección posible.
Tambien nos encontramos muchas veces que el paciente dice que fue a un psicoanalista donde hablaba y el analista no le decía nada y entonces no se sentía escuchado ni comprendido. Dentro del psicoanálisis mismo hay diferentes formas de trabajar. Nosotros creemos que es necesaria la intervención para que el encuentro con esos puntos íntimos pueda generarse y el paciente pueda sentirse escuchado. Es interesante ubicar aquí que el sentirse escuchado solo se produce porque el psicoanalista hizo algo diferente a solamente escuchar. Intervino y esa intervención dio lugar a que algo se escuche y a hacer la experiencia de sentirse escuchado.
Entonces quedarse solo en el nivel de la comprensión quizá aloja algo del malestar pero no lo trata. En cambio, hacer lugar a que se escuche da lugar a que se desplieguen en el espacio de la terapia los elementos que están en juego en ese malestar para dar lugar a poder hacer otra cosa con eso, y así lograr algún tratamiento posible de ese enredo que parecía no tener salida porque había un sujeto que no tenia lugar ni era escuchado.
Redactado por los profesionales de www.psicologosonlineargentina.com
コメント