¿Primera sesión o primeros 15 minutos para conocernos?
Hemos reflexionado y decidido que para el inicio de la terapia, a diferencia de otras propuestas que ofrecen 15 minutos para conocernos, lo más conveniente es poder hacer la experiencia de una sesión de terapia online. A continuación, detallaremos algunos de los elementos que conforman esa experiencia.
Por qué No estamos de acuerdo con los 15 minutos:
La prisa y sus efectos: Quince minutos es un tiempo muy corto que genera un modo de prisa tanto para expresar el motivo de consulta como para conocer al terapeuta. Este tiempo no es suficiente y no permite que ocurra lo que consideramos esencial en la primera sesión, como explicaremos más adelante.
Impresiones apresuradas: En la prisa, solo se producen impresiones superficiales. Tener que concluir a partir de estas impresiones no es lo que consideramos conveniente al decidir empezar una terapia online.
Conocimiento superficial del terapeuta: Se corre el riesgo de conocer al psicólogo o psicóloga de manera muy superficial, reduciéndose probablemente a una impresión de “me cayó bien” o “me cayó mal”. Esto no permite identificar lo realmente importante al conocer a un profesional.
Por qué proponemos una primera sesión, lo Importante:
El tiempo del despliegue: En lugar de la prisa, que a veces es el modo habitual en el que se vive y parte de lo que se padece, proponemos iniciar un tiempo diferente: el tiempo del despliegue, donde quien consulta puede expresar lo que le sucede.
La posibilidad de escucharse: El tiempo del despliegue permite que surja la posibilidad de escucharse. Aunque puede pensarse que uno se escucha en sus pensamientos y conversaciones consigo mismo, escucharse es algo muy diferente que se produce, en principio, gracias a la intervención del psicólogo o psicóloga en línea.
La primera intervención del analista: Consiste en abrir espacio para que se diga, ofrecer el tiempo para decir, y comenzar a desenredar el ovillo de palabras en el que quien consulta se encontraba apretado y, muchas veces, perdido. Así, se va dando lugar al paciente.
Construcción del paciente: Ser paciente implica comenzar a tener paciencia en lugar de prisa. No se llega como paciente; es algo que se construye al poder soportar la espera que requiere un tratamiento. Y puede soportarse cuando el sujeto que consulta empieza a sentirse escuchado a partir de las intervenciones del psicoanalista online. Entonces puede dejar de estar sujetado por la ansiedad y pasar a hacerse sujeto de lo que se dice porque siente que eso lo concierne y la espera adquiere sentido.
Intervenciones posteriores: Tras la primera intervención, siguen otras que pueden ser preguntas, señalamientos y diferentes formas de intervenir sobre lo que el paciente va desplegando. Estas intervenciones tienen la orientación de posibilitar el encuentro con lo que le sucede, y que el sujeto pueda escucharse a partir de sentirse escuchado.
Conocer al psicólogo o psicóloga online: ya no por una impresión, sino por el efecto de sus intervenciones que permiten comenzar a encontrarse con lo que realmente se padece para poder tratarlo.
Consideramos que estos son algunos de los elementos importantes para decidir si continuar o no con la terapia. Que lo fundamental no sea si el profesional “me cayó bien” o “me cayó mal”, aunque esto pueda ser parte del asunto, sino los efectos que se producen desde esa sesión inicial a través de las intervenciones del analista. Los efectos que permitieron un encuentro con lo que realmente nos sucede, y es precisamente eso, estos efectos que afectaron, que tocaron algo íntimo, lo que puede convocar a seguir…
Redactado por los profesionales de Psicólogos Online Argentina
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